Coronados de gloria
Estas reflexiones no pretenden dar
una visión causalista, conspirativista o totalizadora de la
situación que se está viviendo a nivel planetario a partir del descubrimiento
del COD-19, una nueva cepa viral que afecta a la especie.
No es la
primera pandemia que amenaza a la Humanidad, ni tampoco es la primera vez
que la ciencia busca el modo de detenerla. Quienes se ocupan de temas de
salud pública, estadísticas demográficas y temas conexos, ya sacarán las
conclusiones que permitan comparar el índice de letalidad de esta pandemia en
relación a las ya conocidas.
Las características
singulares de este nuevo Mal pueden situarse en el
efecto viralizante que tiene la información acerca de su existencia y
en la categoría de inefabilidad que lo saca de la lista de contingencias de
salud y enfermedad hasta el momento.
En un mundo donde se
supone que una mariposa mueve sus alas en Asia y caen las acciones de Wall
Street, parece inevitable que este tema de Salud Pública ocupe todos los espacios
comunicacionales universales. Y digo “universales” y no “mundiales”
poniendo el acento en que el pensamiento pentecostal diferencia lo universal
divino de lo mundial en sus iglesias.
Así, todo se resume
en un combate (término bélico) entre un peligroso enemigo invisible cuyo
advenimiento algunos consideran anunciado por los expertos en geopolítica y
otros por Nostradamus. El carácter de “realización de algo
anunciado y temido” se corresponde subjetivamente con una vivencia siniestra.
Estamos ante un
desafío científico que nos concierne tan crudamente como los efectos del cambio
climático o las consecuencias de la biotecnología; no estamos frente a una
forma del Apocalipsis, (aunque la mafia tecno- religiosa se esfuerce
en la viralización y la manipulación de la información por
parte de la mass-media) ni tampoco frente a un nuevo paradigma que va a
desembocar en el amor y la fraternidad universal.
Las nuevas formas de
empoderamiento de los “dueños de la información” producen en las mayorías
incautas un estado de Terror inquisitorial. Terror, delaciones inútiles y
demonizaciones varias.
Isabel Steinberg
Especial para Sátira y Musa y el Colectivo Los Verdes Platónicos